domingo, 30 de diciembre de 2012

Capítulo 1.


Ya habíamos montado en el tren y habíamos elegido vagón. Albus y yo encontramos uno vacío, y decidimos instalarnos allí. Era nuestro primer año en Hogwarts, y los dos éramos puro nervio. De lo único que hablábamos es de en que casa nos tocaría, cómo sería la sala común de cada uno, y que comida darían.
James, el hermano mayor de Albus, nos había contado muchas cosas, pero el tío Harry decía que no le creyéramos porque todo era maravilloso.
Ya llevábamos media hora de viaje. La lechuza de Albus no paraba de revolotear por su jaula, lo que hacia que mi gato Perks, se pusiera a maullar todo el rato. En eso, entró James en el vagón.

-Hola chicos, ¿qué tal el viaje?
-Muy bien, aunque White y Perks no dejan de refunfuñar.
-Oh, ¿por qué no hacéis algún truco para que se callen?
-No podemos James, lo sabes.
-Rose, claro que podéis, solo os han dicho eso para que no causeis problemas, pero seguro que mi hermanito sabe realizar el truco perfecto, ¿verdad?
-No, todabía no sé ningún truco, James vete con tus amigos y déjanos en paz.

Oímos risas detrás de las puertas, y vimos a dos chicos aparecer. Era los amigos de James, que se lo llevaron, soltando carcajadas.

-¿Por qué James es tan malo con tigo?
-No es malo, mamá dice que lo hace de broma...
-Pues no parecía que estuviese bromeando.

Después de eso, no volvimos a hablar. Yo estaba absorta en mis pensamientos, y Albus intentando calmar a White. Al rato, apareció una señora mayor con el carrito de aperitivos. Yo me compré dos ranas de chocolate, y Albus, un paquete de cromos mágicos. Le tocó un mago que ninguno conocía.
Estuvimos comiendo, hasta que vinieron a avisarnos de que fuéramos poniéndonos las túnicas, porque estábamos llegando.
Cuando estuvimos listos, miramos el paisaje desde la ventana. Se veía un gran lago, con rocas, y a lo lejos... El castillo.
El tren paró, y vimos a mucha gente correr hacia la salida. Albus y yo también salimos corriendo. Cuando conseguimos abrirnos paso entre la multitud, bajamos del tren. Vimos a Hagrid a lo lejos, y nos dirigimos con él. Los demás niños se quedaban mirándolo, por su gran tamaño. Albus y yo lo conocíamos de antes, así que no tardamos en abrazarlo.

-¡Hagrid!
-Albus, me alegro de verte. Ati también Rose. ¿Preparados para estudiar aquí?
-Claro, hemos soñado con esto.
-Bien, tengo que reunir a los nuevos, esperarme aquí.

Y dicho esto, se fué detrás de unos de nuestro curso que se iban en dirección contraria. Mamá me había explicado que como era nuestro primer año, íbamos en barca hasta el castillo.
Cuando estuvimos todos reunidos, nos fuimos poniendo en parejas para montar en las barcas. A mí me tocó con un chico llamado Escorpius. Creo que es el hijo de un antiguo amigo de papá y mamá, pero no estoy segura. Lo que si sé, es que parece bastante arrogante, porque ni siquiera me saluda.
Montamos en la barca, y esta comienza a moverse, dirección al castillo.

1 comentario:

  1. He tenido que suprimir la página donde estarían los capítulos de la novela por motivos técnicos, pero seguiré escribiéndola, como entradas normales.

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